Historia de amor 1.1


Historia de amor (Ver. Editada)
(Historia original: Yonshesko Blandela. Basada en el cómic 'Historia de amor', realizado por Yonshesko Blandela en abril de 2000)


Nahuí (1.1):



1 – Verano.




En mi último año de preparatoria, lo conocí. Era el nuevo de la clase, se había cambiado a mi escuela dos meses después de que el ciclo escolar inició, por lo que necesitaba ponerse al corriente en algunas materias y quise ayudarle. No es que yo fuera una gran alumna, la más estudiosa o muy dedicada, pero había algo en él que robaba mi atención y quise ayudarlo. Era una sensación extraña, como un imán; una profunda mirada que no puedes rechazar.



- Hola, me llamo Helí – se acercó titubeante.



Le respondí tímidamente con un “hola”. Y no soy tímida, simplemente es una táctica que utilizamos muchas mujeres para conocer el terreno que estamos pisando. Además, para que él no pensara que soy coqueta o lanzada. Aunque en un segundo cambié la jugada y me porté distinta, sólo para ver su reacción.



- ¿Se te ofrece algo? - le pregunté con un tono frío y distante, haciéndome la gran actriz.

- No, nada importante - respondió un poco nervioso, con la mirada baja.

Cayó redondito y directo, como ratón al queso, como abeja a la miel… claro, eso pensé. Pasaron tres semanas antes de que me volviera a dirigir la palabra, una derrota fatal.

Así son las cosas del amor. Claro, apenas nos conocimos y yo ya pensaba en ser su novia, aunque él nunca volteara a verme. Lo miraba siempre platicando con algún compañero del salón o de pronto leyendo algún libro sobre Internet y sus códigos raros, y si no lo encontraba, seguramente estaba en el centro de cómputo de la institución.

Sussy es mi mejor amiga, estudiamos juntas desde la primaria, somos inseparables. Es mi consejera, hada madrina, conciencia, y hasta la bruja del cuento cuando tiene que serlo; conoce hasta mis más íntimos secretos. Ella siempre nota cuando algo no anda bien o simplemente cuando me comporto de manera distinta.

- Oye, deja de verlo – me dijo, pícara – respira Nahuí, él no se irá sino hasta la hora de salida, ¿comprendes?

Yo sólo reí, Sussy siempre tenía comentarios optimistas, acertados y graciosos en cualquier situación de la vida.

Un día por fin el chico en cuestión me volvió a coquetear… ¡sí, en serio! Los hombres también nos coquetean, claro, más abiertamente. Hay algunos que te dicen el típico piropo cruel y fastidioso: mamacita o adiós, chiquita, o cosas más desagradables que no pienso mencionar; pero existen otras formas de decir ¡wow, que chica más hermosa!, pero no cualquiera lo hace de manera linda.

Me sentí un poco nerviosa cuando Helí se acercó. “No logro entender por qué siendo tan bonita, tiene usted tan mal carácter”, me dijo. Me quedé muda, no lo podría creer. El chico nuevo, el serio, el que se le pasa encerrado en el centro de cómputo, el mismo que me pidió ayuda tímidamente y por el cual tenía más de tres semanas suspirando, me tomó en cuenta, y además lo hizo como todo un caballero. No hacía más que pensar en él. Por fin platicaba conmigo. Pero ahora sí, no puse resistencia alguna. Me derretí como helado de vainilla bajo el sol.

Desde ese día todo resultó perfecto, platicábamos algunas horas al salir del colegio. Sabía que era un chico interesante. Era un poco patético sentirnos atraídos uno al otro y no poder acercarnos por temor al rechazo.

Me hacía miles de preguntas: sobre mi familia, mis vecinos, mis materias favoritas, mis anteriores escuelas, en fin, lo mismo que pregunta un chico cuando se interesa por alguien. Ante esto respondí: “¿Te gustaría conocerme?”. Me respondió con un “Por supuesto que sí”.


(Continuará...)




© 2014 Yonshesko Blandela/ Franko Yoshua Pineda

* La historia completa en De tus labios de fuego



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