Historia de amor 1.5



Historia de amor


Nahuí (1.5)




5 - Inseguridad.


Exactamente fueron seis días lo que duró el paro de labores en la preparatoria y en los que no vi a Helí, escuché su voz, olí su aroma o besé sus labios, no tuve noticia alguna de él. Una, porque mi madre suspendió el sistema de telefonía y, otra, porque tampoco Helí hizo algo para saber si yo estaba bien. ¿Qué pasaba con Helí? ¿Dónde estaba?

- No te atormentes más amiga. Helí debe de estar igual de cabizbajo que tú. Si no te ha buscado debe ser porque tu mamá no lo ha permitido. Yo sé que él te quiere y creo que nunca le hará caso a la odiosa Anny. Lo conozco bien, sería incapaz de jugar con los sentimientos de alguien – escuchaba las palabras de mi mejor amiga.

- Lo mismo digo yo, Sussy, pero ¿qué pasaría? ¿Dónde se ha metido? – le dije preocupada – al parecer ya no tiene interés en nuestra relación.

- No sé qué pasa, pero tranquila. Ya tendrás tiempo de sobra para platicar con él y reclamarle su ausencia.

- ¿Y si no lo vuelvo a ver?

- Piensa positivo, Nahuí. Confía en tu pareja.

Los consejos que me daba Sussy siempre me animaban. Agradezco que siempre esté ahí cuando más necesito hablar con alguien. Era a la única persona que mi madre dejaba entrar a la casa, pero claro, con la advertencia de que no hablara conmigo del tema prohibido: Helí.

El día que volvimos a la preparatoria el destino me cobró una mala jugada. Iba con Sussy al área de computación, donde seguro estaba mi novio. Al llegar vimos un grupo de alumnos entusiasmados armando un relajo. No veía a Helí, por lo que Sussy me tomó de la mano y abrió camino por entre los compañeros hasta llegar al centro del círculo que formaban. Mi sorpresa fue que ahí estaba mi novio con la flacucha Anny, uniendo sus labios en un asqueroso e infiel beso. Me quedé congelada. Sussy me tomó por la cintura, tratando de sacarme del lugar, pero mi cuerpo no respondía. No podía parpadear. No podía respirar. Ver como sus labios se perdían en los de ella dolía muchísimo.

Cuando Helí reaccionó, se separó de ella y volteó hacía mí sorprendido.

- ¡Nahuí! Discúlpame… es un malentendido. Nunca quise hacer esto... – suplicaba.

Yo seguía aterrada. Paralizada.

- Chiquita, perdón. ¿Qué pasa? – decía el descarado.

Sussy intentó de nuevo sacarme del lugar. Al segundo tirón de brazo volví en mí. Miré con rabia a Helí. Sussy me decía que saliéramos del salón. Me solté de sus brazos y me posé frente al que fuera mi novio hasta unos segundos antes.

- No digas nada... lo tengo todo bien claro - le dije.

Salí corriendo hecha un mar de lágrimas. Mi corazón se rompió en pedazos. Él hombre que amaba tanto me mintió; o bueno, eso creía. La propia Anny me pidió disculpas un día después.

- Nahuí, no fue culpa de él. Yo lo besé casi a la fuerza – aseguraba.

- ¿Por qué lo hiciste, Anny? Sabes que yo y él somos novios desde hace meses. Pensé que eras su amiga, los amigos no hacen eso – le  respondí, desafiante.

- Es por que muero de celos cada vez que los veo juntos. Son la pareja perfecta. Todos en el plantel hablan de que están muy enamorados. De cómo se llevan. Me consta que Helí te quiere, él me lo ha dicho, aunque pienso que tú no lo quieres igual, por eso él no es feliz. Además yo nunca he tenido novio. Él se ha portado tan bien conmigo. Me ayuda en todo. Se porta tan cariñoso. Me encanta como me mira. Sus ojos me dicen algo distinto cuando me ve. Creo que yo lo haría muy feliz, pero acepto que tú llegaste primero. Créeme cuando digo que no quise que te sintieras mal, pero era algo que necesitaba hacer y no me arrepiento – me dijo sin titubear, con una mirada borrosa cubierta de lágrimas.

Después de todo soy una persona comprensiva y no me gusta ver sufrir a los demás, por lo que la aconsejé.

- Anny, todavía estás muy chica, quizás dentro de muy poco encuentres a ese chavo que siempre has deseado. No te desesperes. Llegará, estoy segura.

La chica, agradecida, se secó las lágrimas y sin decir nada, sonrió tímidamente y se alejó.

- Mmmmm… no le creo nada – escuché la voz de mi conciencia, mi consejera Sussy Sánchez, mi mejor, única y verdadera amiga, quien había sido cómplice de tal escena que parecía sacada de una de esas historias de amor que leía por las tardes. 

- ¿Por qué fuiste tan buena con ella? ¿Por qué no te le fuiste a la yugular? Yo la hubiera arrastrado de los cabellos por todo el patio de la escuela… amiga, si ya hizo esto una vez, lo hará de nuevo, estoy segura. –

Quizás Sussy tuvo razón. Debí darle su merecido por buscona. Pero no ganaba nada con arrancarle los pocos cabellos que tenía o dejarla tirada en medio del patio escolar y que todo el alumnado la viera y se burlara de ella. Me interesaba más recuperar el amor de Helí.


Si realmente valía la pena continuar con nuestra relación el tiempo lo diría.




© 2013 Yonshesko Blandela/ Franko Yoshua Pineda

(Historia original: Yonshesko Blandela. Basada en el cómic 'Historia de amor', realizado por Yonshesko Blandela en abril de 2000)


* La historia completa en De tus labios de fuego

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