Historia de amor
Nahuí (1.6)
Nahuí (1.6)
6 - Matrimonio
Un día mi mamá me comentó que don Servando Billetales, el señor que meses antes me había presentado, estaba buscando mujer para casarse. El viejo tenía mucho dinero, pero estaba más solo que nunca. Claro que no me dijo que su ex mujer lo abandonó por mujeriego y fumador compulsivo, que la desatendía a ella y a su pequeña hija, de eso me enteré tiempo después.
Mi madre llegó a mi habitación muy entusiasmada. Su mirada revelaba un goce y un orgullo que no había visto en ella desde la última vez que llegó al club del brazo de mi padre. Le brillaban los ojos. Parecía que se había ganado la lotería y por fin “saldríamos” de las deudas de juego que ella misma había acumulado durante varios años en los que mi padre se ha alejado.
- Hija, te tengo una noticia: ¡don Servando me pidió tu mano! Se quiere casar contigo ¡que emoción! Imagino que estarás muy contenta, así que le respondí que es lo mejor que nos pudiera pasar. Le confesé que entre más pronto sea la boda, mejor, sólo falta saber qué opinas tú hija. Ya verás la vida que te espera, Nahuí – sonreía triunfante - tendrás lo mejor de este mundo, incluso lo que nunca habías imaginado. Y podremos viajar al Medio Oriente. ¿Recuerdas que de niña era tu anhelo más grande? ¡Ya podrás cumplirlo! Además que Servando es un encanto, un hombre de verdad.
Me quedé muda. No podía creer lo que estaba escuchando.
- Mamá, a mí no me agrada ese señor.
- No seas tonta – me dijo cambiando de humor - ¿dónde vas a encontrar a alguien que te dé una mejor vida? Ese muchacho con el que andas no pasará de perico a perro. Nahuí, piensa en nosotras. Piensa en nuestro futuro. Tu padre ya no está con nosotras. Nos abandonó.
- Él sigue con nosotras, mamá…
- No. Hace años que no está con nosotras. El cheque que manda cada mes no nos alcanza ni para pagar la mensualidad del club y yo ya no tengo cara para ir y que administración me mande llamar para darme más plazo para dar un abono. Entiende, Nahuí, Servando no sólo nos quitará las deudas de encima, nos dará mil cosas que nos hacen falta y lo mejor es que serás dueña de negocios, tendrás un buen porvenir.
- ¿Deudas? ¿Plazos? ¿Abonos? Sólo eso te preocupa, mamá. Pagar y seguir endeudada. ¿Y mis sentimientos qué? ¿No cuentan? – mis ojos se humedecieron.
- Sí, sí cuentan. Aprenderás a quererlo. Don Servando es un caballero y me ha jurado hacerte muy feliz. Yo confío ciegamente en su palabra, ya lo verás.
Yo era una chica de buenas costumbres, educada, buena hija. Respetaba a mis padres por encima de todo y creía que ellos sabían bien lo que me convenía, aunque yo no estuviera de acuerdo con ello. Sussy me decía que era un poco tontita, que debía de tomar decisiones y enfrentar las consecuencias sin pedir permiso a mis padres, pero en realidad nunca me había revelado. Mi mamá influía mucho en mí, era muy persuasiva y sabía bien cómo manejarme a su antojo. No podía desobedecerla, no quería más castigos, pero tampoco deseaba casarme con ese viejo.
Mi padre casi no estaba en casa, siempre andaba en viajes de “negocios”. Nos tenía un poco abandonadas a mi madre y a mí. En mis pensamientos más oscuros creía que él tenía otra familia. Siempre que estaba en casa peleaba con mamá cuando ella se aferraba a su mundo de apariencia y falsedad. Y aunque nada nos faltaba, me hubiera gustado que él estuviera más tiempo con nosotras.
Pero con todo y eso yo lo quería mucho, porque él me apoyaba en todo. Él sí creía que podía encontrar a un hombre que en verdad me gustara, me amara y me hiciera feliz, y confiaba que si estudiaba idiomas o cocina internacional después de la prepa, podría realizarme profesionalmente y ser una mujer independiente. El día que le presenté a Helí, me dijo que era buen muchacho, un buen partido. Que tenía que poner todo de mi parte para que la relación madurara, que tenía algo a mi favor: que aunque físicamente me parecía a Catalina, mi madre, en realidad éramos totalmente distintas. Y ese era un buen augurio.
Yo realmente quería a Helí y lucharía contra todo, discutiría eternamente con mi mamá si fuera necesario. Ayudaría a Anny a recuperar la ilusión del amor para que se alejara de mi chico, todo con tal de recuperar el amor de Helí y tenerlo conmigo para siempre.
© 2013 Yonshesko Blandela/ Franko Yoshua Pineda
(Historia original: Yonshesko Blandela. Basada en el cómic 'Historia de amor', realizado por Yonshesko Blandela en abril de 2000)
* La historia completa en De tus labios de fuego
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