Historia de amor
Helí (2.10)
Helí (2.10)
10 - Tecnología.
Las computadoras eran mi trauma, mi debilidad. Me encantaba todo ese rollo. No me cabía en la cabeza cómo una caja con sólo alambres, conexiones y enchufes, podía ser tan magnifica. Y lo mejor de todo: el Internet. Cuánta información al alcance de mi mano.
Toda esta tecnología era nueva, recién llegada, aún no entrábamos al año 2000 y ya teníamos este lujo. La era de Los Supersónicos comenzaba ahí. Tuve que tomar tres cursos distintos de computación para poder entender un poco. En uno de ellos estudié los códigos html, que era la única manera de hacer páginas de Internet en ese entonces. Y me gustó tanto que les hice páginas personales a todos mis amigos, a Anny, y también la página oficial de la preparatoria. El profesor Del Real, subdirector de la escuela me felicitó y hasta prometió presentarme a su hija Scarlet, una jovencita de primer año. Muy guapa pero un poco sangrona, decían que andaba tras los huesos de uno de mis amigos, pero Héctor no le hacía caso. Yo la veía paseando por las canchas de la escuela junto a otra chica delgada que parecía su clon. Después supe que se puso de novia con un tipo que no era de la prepa, desatando la furia de uno de sus admiradores más fieles: un tal Epifanio.
Con la llegada del Internet y el incremento de páginas comerciales, se puso de moda el chat, o sea, platicar en Internet con cualquier persona del mundo. El universo adolescente noventero dio un giro de 180 grados.
Nunca me llamó la atención chatear, porque me aburría en serio, además era una revolución de letras de colores, que no entendía bien si me hablaban a mí, o a algún chavo de Perú o de España, por ejemplo. Pero de un día para otro, como comúnmente dicen, me “piqué”. Encontré distintos grupos de personas: fresas, darks, frikis, nerds, norteños o sinaloenses, por mencionar algunos. Me la pasaba platicando por Internet todo el día. Brincando de sala en sala de charla. Entré a todas y platiqué de todos los temas. Desde entonces lo hago por las noches.
Comencé a ser amigo de varios chavos y chavas afines en las distintas salas y me divertía como niño con juguete nuevo. Y luego, el encontrar gente parecida a ti, que ha pasado por problemas y situaciones parecidas, te hace comprender muchas cosas, y al fin sabes que no eres el único que ha vivido esas experiencias y que ahora puedes hablarlo sin temor a ser rechazado.
Nunca me sentí tan comprendido; había encontrado un lugar ideal. Y sin darme cuenta, con los días de charla y distintos personajes que fui conociendo, alguien destacó de entre la multitud. Y poco a poco entró a mi vida... no sabía qué hacer, cómo reaccionar. Empecé a dudar de mí y de mi relación con Nahuí.
Al principio mantuvimos en secreto nuestras identidades. Labios de fuego y Mistofoles eran los reyes del chat, todo mundo quería hablar con ellos, pero estos sólo hablaban en uno de los chats privados de la página, se hicieron exclusivos. Ninguno de los dos dábamos nuestro brazo a torcer. No sabíamos quién era quién. Pero con el transcurso de las noches fuimos quitándonos las máscaras. Resultó que teníamos una historia de vida parecida y durante la etapa más difícil de adolescencia nos faltó cariño, confianza, protección, la presencia de un padre, amigos, etcétera.
Fue difícil dar el siguiente paso, pues había gente en el chat que decía tener malas experiencias. Platicaban dos o tres veces con algún personaje, se conocían y luego descubrían que ninguno era lo que imaginaban. Pero en mi caso, sabía que Labios de fuego no se parecía a nadie y que era real. Estaba seguro de ello.
Al mes nos conocimos en persona y empezó algo genial. Una experiencia hermosa. No me equivoqué. Nadie sabría de esto, jamás. Mis sentimientos habían cambiado… ¿qué era lo que realmente sentía? ¿Por qué tenía tantas dudas? ¿Por qué tenía que aparecer esta persona cuando tenía otro compromiso? ¿Cuál era mi camino?...
No dejaba de cuestionarme sin obtener respuestas.
Y temí.
(Continúa...)
© 2013 Yonshesko Blandela/ Franko Yoshua Pineda
(Historia original: Yonshesko Blandela. Basada en el cómic 'Historia de amor', realizado por Yonshesko Blandela en abril de 2000)
* La historia completa en De tus labios de fuego
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