Historia de amor 3.13



Historia de amor

Sussy (3.13)




13 - Visita

Un día en el parque, cerca de mi casa, platicaba con mi mejor amiga, Nahuí, sobre su relación cada vez más distante con el que decía era el hombre de su vida. Mi amiga estaba muy decepcionada de Helí. Esperaba de él muchas cosas, pero parecía que él estaba dormido. Ya no la buscaba, no hacía ni un esfuerzo, ni daba señales de vida.

- Mi mamá insiste en que me case con don Servando, pero no lo amo, ni siquiera lo he visto desde hace un mes. ¿Qué hago? Helí ya no me busca. Desaparece por semanas y no tiene excusas ni da explicaciones – me decía.

Y qué más le podría decir yo, si ya le había dicho todo lo que pensaba al respecto. Pero no me hacía caso.

Curiosamente, en ese momento se nos acercó una señora joven y bella, delgada, muy bien cuidada, pero con un semblante triste. Venía con una simpática niñita como de 3 años, la cual no dejaba de brincar.

- ¡Que linda eres! Con razón se quiere casar contigo – le dijo aquella mujer a Nahuí.

- Usted... ¿me conoce? – le respondió.

- No, es la primera vez que te veo.

- ¿Y cómo sabe que alguien quiere casarse conmigo?

- Sé cada movimiento de Servando – finalmente le confesó – sé qué hace, a dónde va, cuándo duerme, con quién se quiere volver a casar.

- Usted es...

- Su esposa, Mónica Gómez, mucho gusto. Bueno, dejémoslo en su anterior pareja, porque los trámites de divorcio están muy avanzados. Dime una cosa muchacha, ¿tú no lo quieres, verdad? – preguntó la joven mujer.

- ¿C-cómo lo supo?

- Se nota en tu mirada... y sabes, no te culpo, yo tampoco lo amaba cuando... de cualquier manera, me dejó algo maravilloso: Sofi, mi hija. No te cases con él si no lo amas. Así no serás feliz a su lado.

Nahuí, muy sorprendida, inició una larga charla con aquella mujer, mientras yo entretenía a la chiquilla arriba de unos juegos del parque. Cuando la mujer se retiró, se despidió de nosotras y prometió ayudar a Nahuí en lo que fuera posible para impedir la dichosa boda.

- No lo puedo creer – me dijo mi amiga - la ex esposa de don Servando frente a mí, dándome consejos. Parece que aún lo ama y que sufrió mucho a su lado. Se nota que es buen ser humano. Además que Sofi, su hija, está preciosa y es muy simpática. No logro entender por qué don Servando abandonó a tan agradable mujer.

- Por algo debe de ser – le respondí.

Nahuí y Mónica siguieron viéndose en diversas ocasiones. Mi amiga me confesó que aquella mujer, de algunos 32 años, tomó la decisión de separarse de su esposo porque lo descubrió engañándola con distintas mujeres, además de su adicción al alcohol y a los juegos de azar, en los cuales había alcanzado la riqueza y ahora era dueño de algunos clubes de apuestas, mejor conocidos como casinos, uno de ellos en la Zona Dorada, otro en el centro de Mazatlán y uno más en Culiacán. Pero no todo en la vida era el dinero, le aconsejó. 

Don Servando maltrató a Mónica delante de Sofi. Un día, de la nada, el hombre le rezó un rosario de groserías, la arrojó al suelo con un empujón y la golpeó porque supuestamente yo no era la mujer atractiva de la que él se había enamorado. Que tanta tontería de celos y persecuciones detectivescas le habían arruinado aquel bello rostro de porcelana que tanto lucía ante sus camaradas y socios del club. Ese mismo día, Mónica tomó una pequeña maleta, metió lo primero que encontró y algo de ropa para su hija y se fueron de la casa. Vivieron unos meses en un pequeño hotel mientras un abogado tramitaba el acta de divorcio, custodia y hasta una denuncia por daño moral. 

Don Servando, más vivo que tonto, sabiendo que todo el tribunal acudía a los clubes por lo menos cada semana, contrademandó a su esposa por abandono de hogar, pero no procedió, el juez le dio el fallo a Mónica, principalmente porque hubo violencia frente a una menor de edad.

Tuvieron que pasar muchos meses de angustia e injusticias, pero al fin el abogado logró que don Servando le diera una pequeña pensión a Sofi y otorgó el divorcio y custodia a Mónica. Tras el divorcio tendrían dónde vivir y estarían más tranquilas.


No sabía qué decisión tomaría Nahuí, pero ni loca podría casarme con ese vejete. Sería tirar a la basura su juventud y sus deseos de vivir. ¿Dónde estaba Helí? Se le estaba yendo de las manos el ser feliz con una buena chica, de las que ya casi no había.

(Continúa...)



© 2013 Yonshesko Blandela/ Franko Yoshua Pineda
(Historia original: Yonshesko Blandela. Basada en el cómic 'Historia de amor', realizado por Yonshesko Blandela en abril de 2000)

* La historia completa en De tus labios de fuego

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