Historia de amor 3.15



Historia de amor

Sussy (3.15)



15 - Verdad


El fin de semana fui al cine del centro comercial. Estaban proyectando una película buenísima de acción, sin embargo entré a otra función, una cómica y relajada. Tanto estrés vivido en casa de mi amiga; Isaac, mi novio se fue a unos cursos a Guadalajara, y yo sola. No había nada mejor que una buena película que lograra hacerme reír.


A media película se me antojaron unas palomitas; típico que cuando llegas no las compras porque hay una fila enorme de gente comprando golosinas. Y como era de esas personas que no me gustaba perderme ni un segundo de la proyección no compré nada. El antojo creció y ni modo, dejé mi asiento y fui a la dulcería del cine. Compré mis palomitas y agua embotellada, y mientras me las daban escuché un relajo tras de mí. Era un grupito de chavos. Se reían y festejaban quién sabe qué.
  
Me llamó la atención ver que eran sólo hombres y que más de uno tomaba de la mano a otro, cosa que no me asustó, al contrario, me daba gusto que todo mundo expresara sus sentimientos y no se preocuparan por el qué dirán. La señorita que me atendía en la dulcería me dio las palomitas y el cambio. Al voltear de nuevo para irme a la sala donde veía la película, me quedé paralizada. Era Helí. Estaba con el grupito de chavos detrás de mí. Y casi se me atoró un bocado de palomitas que ya masticaba al ver que el novio de mi amiga tomaba de la mano a otro chavo.

 - ¡Helí! – le sorprendí.

 - ¡Sussy! – dijo con los ojos casi saliéndosele.

 - ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué? Ella no se lo merece... y menos de esta manera.

 - Puedo explicarlo – aseguró nervioso, pero sin soltar la mano que tenía tomada.

 - No necesitas decirme nada, me doy cuenta de todo... ¡qué pena!

 - ¿Le dirás?

 - No lo sé... es mi mejor amiga, entiendes. Díselo tú.

 - ¿Qué pasa? – intervino el dueño de la mano que Helí sostenía.

 - Sussy, deja que yo arregle esto – dijo Helí sin hacerle caso a su amigo – sé que tengo que hablar con Nahuí, pero entiende, esto es muy difícil para mí.

 - ¿Y para ella no? Helí si no hablas con ella se va a casar con ese hombre y será infeliz para siempre, ¿no has pensado en eso? – En ese momento miré al joven que teníamos a un lado – sí, veo que no has pensado en ello. Mira Helí debes hablar con ella lo más rápido posible, si no lo haces tendré que hacerlo yo. Con permiso.

 Me alejé escuchando mi nombre mil veces, pero no miré atrás. No me dolía ver a Helí como lo vi, sino saber que engañó a mi mejor amiga y a todos. Nunca lo imaginé. Él, tan varonil, tan bien portado, no se notaba que tuviera esas preferencias. Seguía sin entender. ¿Para qué tenemos boca si no la usamos? ¡Ay, Helí! ¿Qué le costaba hablar con Nahuí?

 Saliendo del cine, ya no vi a Helí y sus amigos. Decepcionada y sin saber qué hacer, decidí comprarme un helado para quitarme ese sabor amargo de la boca. Caminé por los pasillos de la plaza con mi barquillo de chocolate. Mi sorpresa fue mayor al llegar a la cafetería del lugar, situada al centro del edificio. Mi mejor amiga platicaba con Mónica, la ahora ex esposa de don Servando.

 - Piensa bien las cosas... – decía la mujer - mira, no te cases sólo por darle gusto a tu mamá. ¿Y tus sentimientos? ¡No lo amas!

 - No me queda de otra Mónica – respondió mi amiga - Helí ya no me buscó, ya no quiero sufrir por él... tal vez algún día sienta algo por ese señor.

 - Pero esa no es la solución – expresó Mónica, cuando se percataron de mi presencia.

 - ¡Sussy! – Nahuí se levantó de su asiento y me abrazó – pero siéntate, acompáñanos.

 Saludé a Mónica y pedí un cappuccino frappé. Mientras ellas hablaban yo sonreía nerviosa, no dejaba de pensar lo que había visto en el cine, y que tal vez me ahorraría el discurso si a Helí y compañía se les ocurría pasar frente al café al salir del cine.

 Pasaron dos horas y Mónica se despidió, Nahuí me sugirió acompañarla a su casa para ver el vestido de novia que al fin le había llegado. Accedí y nos fuimos. No volví a ver a Helí, lo probable es que él y sus amigos salieran por otra puerta. 



(Continúa...)



© 2013 Yonshesko Blandela/ Franko Yoshua Pineda

(Historia original: Yonshesko Blandela. Basada en el cómic 'Historia de amor', realizado por Yonshesko Blandela en abril de 2000)


* La historia completa en De tus labios de fuego

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